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Un vehículo es una inversión muy importante como para errar en la decisión de qué coche comprar; Gasolina, Diésel, Eléctrico, Híbrido, Híbrido Enchufable, Micro-híbrido, GLP… Decisión que hoy día puede ser un verdadero quebradero de cabeza con todas las opciones que hay disponibles. Es muy probable que ni siquiera conozcas todas las opciones.

¿Cuál es la mejor? En mi opinión todas y ninguna a la vez, porque creo que no debes preguntarte cuál de todas es la mejor opción, sino cuál es la mejor opción para ti, tu situación y uso que sueles dar a tu vehículo. 

Si acudes a un asesor de ventas y das con un profesional que no intente venderte lo que a él le interesa, probablemente te asesorará muy bien sobre lo que necesitas, siempre dentro de las opciones que tenga para venderte, por supuesto. Hasta hoy no he visto defender el vehículo eléctrico a ningún trabajador de una marca que no dispone de éstos dentro de su oferta, es más, he escuchado a muchos criticar esta tecnología sin tener ningún conocimiento ni experiencia en la misma.

En mi caso.

Para mí la mejor opción es, sin lugar a dudas, el vehículo eléctrico. Soy un gran defensor de esta movilidad, por economía y ecología, hablando desde la experiencia de haber realizado más de  5.000 Km en diferentes vehículos eléctricos, aunque por supuesto, no es una opción para todo el mundo. Yo gasto más de 200 € mensuales en gasolina, vivo en una isla que puedo recorrer tres veces en redondo con la autonomía de muchos eléctricos actuales, tengo garaje propio,  y además, varios cargadores gratuitos cerca de casa y el trabajo.

Vehículo Eléctrico (EV).

Voy a empezar con el vehículo eléctrico porque, como he comentado, para mi es la mejor opción, aún no teniendo garaje ni opción para cargar en casa, es cuestión de adaptarse y que el ahorro te compense. Desde luego recomendaría un EV a cualquiera que tenga un gasto considerable en combustible y con cuyo ahorro le compense el sobrecoste que le pueda ocasionar este tipo de vehículos.

Autonomía vehículo eléctrico.

Lo primero que debes analizar antes de comprar un EV es si la autonomía que te ofrecen es suficiente para tu día a día. 

A parte del día a día, si sueles utilizar el vehículo para desplazamientos de larga distancia, tendrás que valorar que no te importe planificar el viaje con antelación y adaptarte a los cargadores disponibles y los tiempos de carga. Si estos viajes son muy a menudo y a diferentes destinos, yo optaría por otro tipo de vehículo. Si bien es cierto que puede hacerse con un EV, no es lo mismo que repostar en 5 min. y cualquier lugar.

Opciones de carga para un vehículo eléctrico.

No tener garaje puede no ser un inconveniente, por ejemplo, si no necesitas más de 150 Km diarios, puesto que te bastará con cargarlo 2 veces a la semana. Analiza si tienes cargadores cerca del trabajo, de casa o cualquier lugar que suelas frecuentar, siempre teniendo en cuenta que los tiempos de carga pueden ser elevados. Estos tiempos son muy variables, dependiendo de la capacidad de la batería y la potencia del cargador.

En el artículo “Puertos de Carga Vehículos Eléctricos y Adaptadores” puedes conocer los diferentes puertos de carga utilizados por los vehículos eléctricos.

Ahorro económico de un vehículo eléctrico.

El ahorro económico es indiscutible y uno de los principales motivos para decantarse por un EV. Si decides cargarlo en casa a diario, la factura de electricidad se incrementará entre un 15 y un 20 % del gasto que tengas en combustible. Si esto no te parece suficiente, debes saber que un EV no tiene aceite, filtros de aceite, aire o combustible, correas y por supuesto nada de filtros de partículas o EGR.  Apenas gastarás frenos si aprendes a utilizar bien las opciones de regeneración que ofrecen. Por último, los impuestos son irrisorios, aunque estoy seguro que esto cambiará a medida que el parque de vehículos eléctricos vaya aumentando.

Si realizas muchos km, el sobrecoste del vehículo se amortiza rápidamente con todo este ahorro.

Posibles averías de un vehículo eléctrico.

Una de las mayores preocupaciones a la hora de adquirir un vehículo eléctrico son las posibles averías y el costo de las mismas. Para empezar, hay que tener en cuenta que tiene muchos menos componentes que un vehículo de combustión. Además, casi ninguno sometido a desgaste, por lo que la probabilidad de avería es mucho menor. 

En cuanto a la batería, debes saber que no se trata de un elemento único e indivisible, como estamos acostumbrados a ver en las tradicionales de 12V. Son reparables, reemplazando únicamente los módulos de almacenamiento de energía. La mayoría de los fabricantes garantizan las mismas por muchos años, lo que te permitirá amortizar una posible reparación con el ahorro que supone un EV. Por otro lado, el precio de las baterías cae en picado año tras año, por lo que el precio de las mismas una vez que expire su garantía, será un pequeño porcentaje de su precio actual.

Rechazar la compra de un eléctrico por la posibilidad de avería en las baterías, viene a ser lo mismo que pensar que se puede romper el motor de un vehículo de combustión, con la diferencia de que el precio del motor no desciende como el de las baterías.


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Híbrido enchufable (PHEV).

Un PHEV consiste en un vehículo híbrido, combustión – eléctrico con un sistema de carga igual que el de un EV, pero con una batería de menor capacidad.

Permiten realizar desplazamientos de aproximadamente 50 o 60 Km en modo eléctrico. En el caso de desplazamientos mayores empezaría a funcionar en modo híbrido, igual que un HEV.

Al tener una batería de pequeña capacidad, te obliga a cargarlo a diario para ahorrar en combustible, lo que para mi resulta muy incómodo y poco práctico.

Un PHEV será la mejor elección para personas que diariamente no requieran más autonomía que la que puedan realizar en modo eléctrico con el modelo elegido, que dispongan de la posibilidad de cargar en casa u otra opción de carga a diario, y los fines de semana y vacaciones suelan utilizar el vehículo para largos desplazamientos.

Por ejemplo, si vives en ciudades con restricciones ecológicas como Madrid y cumples con el perfil descrito anteriormente, esta puede ser la mejor opción.

Si no realizas largos desplazamientos bastante a menudo, no vayas a elegir un PHEV por miedo al eléctrico.  Si un eléctrico tiene menos probabilidad de averías por tener menos componentes, un PHEV tiene todos los componentes de un vehículo de combustión más todos los de un vehículo eléctrico y alguno más. No digo que tenga por qué averiarse, pero a más piezas, más probabilidad. Además, ya sea por km o por tiempo, en cualquier híbrido tendrás los mismos mantenimientos que un vehículo de combustión e incluso puede que algunos más. Ten en cuenta que para realizar dos o tres desplazamientos largos al año, es más rentable un eléctrico y alquilar un vehículo para estos casos, que mantener un PHEV.

Híbrido (HEV).

El vehículo híbrido, combustión – eléctrico, ya es conocido desde hace años. Dispone de una pequeña batería de alto voltaje, sin posibilidad de carga a través de la red eléctrica. La carga de la misma se realiza aprovechando la energía cinética del vehículo en cada deceleración.

No es un vehículo diseñado para recorrer km en modo eléctrico, la filosofía de un híbrido es aprovechar el motor eléctrico en las situaciones de mayor consumo de combustible, poner el vehículo en movimiento, desplazamientos a baja velocidad y aportaciones extra de potencia, aunque  con cada evolución se consigue que el motor de combustión esté en funcionamiento menor tiempo.

En el caso de realizar bastantes km, con recorridos urbanos habituales, habiendo descartado tanto el eléctrico como el PHEV, por ejemplo, por no disponer de opciones de carga, esta puede ser tu mejor opción.

Gasolina.

Solo se me ocurre una opción en la que decantarse hoy en día por un vehículo de gasolina; que realices muy pocos Km al año y no inviertas mucho dinero en gasolina. Obviamente podrías elegir un eléctrico y no tendrías ningún problema de autonomía, pero no lo hagas por ahorro, si apenas gastas dinero en combustible ni mantenimientos con uno de gasolina, no vas a amortizar el sobrecoste de un EV con este ahorro.  

Por otro lado, no des por hecho que un vehículo de gasolina sigue siendo al 100% el vehículo convencional que conoces de toda la vida, por ejemplo, muchas personas prefieren un vehículo de gasolina huyendo del filtro de partículas de los diésel, elemento que hoy en día viene también instalado en muchos vehículos de gasolina. 

Diésel.

El vehículo diesel ha sido protagonista de numerosos debates y artículos durante el último año, con todos los rumores que ha habido y la gran variedad de opciones que existen, ¿debemos descartar el vehículo diesel? La respuesta es no, por supuesto sigue siendo necesario disponer de esta oferta.

Un diésel sigue siendo la mejor opción para quien realice muchos km, más de los que pueda ofrecerte un eléctrico, especialmente por autopista y autovía, recorridos en los que un HEV o PHEV te aportarían poco. Hay que tener en cuenta que un PHEV tiene un peso extra considerable debido a la batería, por lo tanto, si los km de autonomía que te ofrece en modo eléctrico son un pequeño porcentaje de tus recorridos, el sobrepeso del vehículo puede acabar con el ahorro que pueda ofrecerte. En el caso del HEV no le veo ninguna ventaja si el 90 % de tus recorridos se realizan por encima de los 80 km/h.

¿Qué sucede con el famoso filtro de partículas?

Si el uso que le das al vehículo es el mencionado anteriormente, no debes preocuparte por el filtro de partículas, lo único que necesita este dispositivo para no dar problemas, es realizar recorridos habituales por autovías, durante los cuales, el vehículo realiza la regeneración del filtro de partículas. Realizar únicamente recorridos muy cortos y a bajas velocidades es fatal para dichos filtros, aumentando enormemente la probabilidad de avería.

Gas licuado del petróleo (GLP).

Un vehículo de GLP es una adaptación de un motor de combustión para trabajar tanto con GLP como con su combustible original. Tanto si se trata de un vehículo nuevo, adquirido con esta tecnología, como una adaptación, trabajan exactamente igual. El que venga instalado de fábrica puede ofrecer alguna ventaja, pero no deja de ser eso, una adaptación.

Lo veo como una buena opción si quieres conservar tu vehículo y adaptarlo, porque te compensa la inversión con el ahorro en combustible, pero yo personalmente no me lo plantearía en la decisión de compra de un vehículo nuevo.

Es posible que pueda ser una alternativa a un vehículo diésel. Si algún lector tiene la experiencia de haber realizado un gran número de Km con vehículos de GLP, le invito a dejarnos un comentario con su opinión sobre esta opción de compra.

Micro Híbridos 48V.

Recientemente han hecho aparición vehículos denominados microhíbridos con sistemas de 48 Voltios. Esta tecnología no desplaza el vehículo en modo eléctrico, aunque sí puede ofrecer una pequeña aportación de potencia, con el fin de reducir el consumo.

Los vehículos 48 V reemplazan el compresor de aire acondicionado convencional, que suponía una pequeña carga de trabajo para el motor de combustión, por un compresor eléctrico de 48V, lo que contribuye con un pequeño ahorro de consumo.

En mi opinión son vehículos diseñados básicamente mirando la normativa sobre contaminación Europea, consiguiendo bajar los impuestos que le afectan y mejorar en la clasificación de contaminación, las famosas pegatinas. El ahorro en combustible es muy pequeño.

Si ya te has decidido por un gasolina o diésel y estos sistemas te ofrecen un ahorro considerable en impuestos y/o el acceso a una pegatina ecológica, puede ser buena elección. A parte de esos casos, yo no le veo ninguna otra ventaja.

Fuel Cell.

Un vehículo Fuel Cell utiliza hidrógeno como combustible, el hidrógeno es transformado en electricidad gracias a la pila de combustible y una vez que tenemos electricidad funciona igual que un vehículo eléctrico, pero sin necesidad de grandes  baterías. Emite agua por el tubo de escape, nada de dióxido de carbono ni ningún otro gas contaminante. Además puede repostar en pocos minutos.

Esta tecnología sí podría ser la mejor opción para todos, pero la pila de combustible, requiere materiales muy caros y por ahora, su fabricación tiene unos costes muy elevados, lo que hace que la oferta actual de vehículos con esta tecnología se mantenga a un precio muy elevado. A parte de esto, te será muy complicado encontrar dónde repostar este tipo de vehículos.

Por otro lado, la separación del hidrógeno, en la pureza necesaria para esta tecnología, requiere una gran cantidad de energía y no hay capacidad de producción a gran escala. Hay muchas empresas trabajando en el desarrollo de tecnologías para abaratar costes y mejorar la producción, por lo que seguramente en pocos años comenzarán a ser tan frecuentes como lo son ya los vehículos eléctricos. Por ahora, esta tecnología está al alcance de pocos bolsillos y al menos en España, apenas hay opciones donde repostar, ni tampoco muchos proyectos a corto plazo.

Vehículo para Taxi.

Con todo lo explicado anteriormente, creo que queda claro que la única opción que veo hoy en día para taxi es la de un vehículo eléctrico, desde luego descartaría un diesel.  Localiza cargadores de carga rápida, 50 KW, si dispones de ellos, podrás hacer más de un turno sin problema. Invito a cualquier taxista con EV a que deje algún comentario sobre su experiencia.


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Para tomar la decisión final te recomiendo que pruebes las diferentes opciones, prestando atención al comportamiento de los vehículos en las diferentes situaciones. Ten en cuenta que tanto los HEV como PHEV son probablemente las tecnologías que más diferencias presentan entre los distintos fabricantes.


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5 Comments

  • Muchas gracias por los comentarios, creo que no hay mayor experto que quién conduce un coche eléctrico a diario y a demás tantas horas.

  • Ángel Hernández Marrero dice:

    Soy taxista de Las Palmas de Gran Canaria, al igual que mis compañeros Ramón y Braulio. Nuestros vehículos fueron los tres primeros de la capital Gran Canaria. Aunque hay que destacar que el primero de toda Canarias fue el compañero Roberto, que pertenece al municipio de Arucas.
    Todos son Hyundai Ionic eléctrico.
    Como ya indican los compañeros los siguientes puntos son determinantes para inclinarnos por la adquisición de un Hyundai Ionic eléctrico:
    1/Sin contaminación atmosférica ni acústica. Contribuyendo con un entorno y ciudades infinitamente más saludables.
    2/No necesita cambios de aceite, filtros, correas, filtros de partículas, embragues, etc. etc. etc. Es decir, nos tenemos que olvidar del tedioso y costoso mantenimiento de un motor de combustión.
    3/Haciendo el uso de la frenada regenerativa, conseguimos como mínimo, duplicar los kilómetros para el cambio de pastillas de freno. Obviamente, ésto significa que también alargaremos considerablemente la vida de los discos de freno.
    Por lo tanto, también ayudamos a conservar nuestro planeta al no generar los residuos propios del mantenimiento anteriormente comentados.
    4/Lo más recomendable es contratar una tarifa eléctrica en la que cargues tu coche en una zona horaria en la que el kW sea más barato. En mi caso que cargo en mi garaje particular y por la noche, (tengo una tarifa valle en horario de 22:00 a 12:00 horas) cambiando algunos hábitos y aprovechando mi tarifa eléctrica he conseguido abaratar mi factura de electricidad, comparandola con mis consumos antes de comprar mi Hyundai eléctrico. En mi caso, que la batería de mi Hyundai es de 28’8 kW, cargarla en mi casa de 0 al 100% me cuesta, 1,80€ ( si, un euro ochenta).
    5/ En cuestión de salud laboral, los beneficios no se puede comparar con ningún vehículo de combustión interna. Desaparecen ruidos, vibraciones. Y aunque a día de hoy, es inevitable respirar los humos del resto de vehículos, al menos no entra en el habitáculo, el humo de tu propio vehículo ya que obviamente, el vehículo eléctrico no los genera.
    Por supuesto, sin olvidarnos de la desaparición de dolores de espalda, etc
    7/Como desaparecen las visitas al taller para el mantenimiento propio del motor, es decir, cambios aceite, etc. etc, es tiempo que ganamos para desarrollar la actividad o simplemente, dedicarlo para nosotros o nuestras familias.
    6/ La media de ahorro en unos 50.000 kms, está entre los 3.500 a 4.500 anuales. Ésto significa que trabajando menos horas anuales, el rendimiento económico es el mismo.
    7/Ahorro en impuesto de circulación, pasando a pagar de 90 o 100 € (por el anterior vehículo), a 5 o 6 €.
    8/ En cuestión de potencia no tiene nada que envidiar a un vehículo de combustión de sus mismos CV. Es más, al ser superior el par motor, la entrega de potencia es inmediata.
    En fin, que como medio de transporte terrestre y herramienta de trabajo. A día de hoy no hay nada como el vehículo eléctrico.

  • Brauli dice:

    Como Ramón y Roberto soy también profesional del taxi.
    En diversas conversaciones con los compañeros que tenemos vehículos eléctricos coincidimos totalmente en las opiniones de Ramón y Roberto.
    En mi caso mi anterior vehículo era un híbrido del cual estaba contento y en los 14 meses que llevo con EV no tengo palabras de halago.
    Las personas que tengan un electrico y hagan KM como nosotros los taxistas el vehículo se amortiza sólo.

  • Roberto dice:

    Yo soy taxista y propietario de un Hyundai ioniq ev. Aparte de ser un coche que no emite CO2 que cuida el medio ambiente que es una de las partes más importantes, tiene el ahorro del mantenimiento del vehículo comparando con los de combustible, la calidad de conducción y comodidad.
    Para mí es mi mejor inversión que hecho ahora mismo, comparando con todos los coches que he tenido.

  • Ramon dice:

    Como profesional del sector del taxi y propietario de un Hyundai Ioniq,mi experiencia no puede ser más positiva basada en tres pilares que considero fundamentales,la cantidad de toneladas de CO2 que dejo de emitir a lo largo del año aportando mi granito de arena a la sostenibilidad del planeta, la salud que he ganado( el que conduzca muchas horas sabe a que me refiero),Dolores de espalda, cervicales etc.., y tercero el ahorro económico en combustible y recambios.

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